Hola Alejandro. Primero decirte que leo tus cosas hace rato y respeto mucho lo que haces, coincidiendo la mayoría de las veces, y no haciéndola en otras, como en esta. Mas allá de un diagnostico cartesiano que a grandes rasgos comparto, francamente no entiendo tu caracterización del negacionismo local (no me gusta la palabra, pero entiendo que si hay 4 categorias, es la que me corresponde).
Existe el cambio climático, es el apocalipsis prometido si no hacemos nada. No creo que las vertientes nacionalistas nieguen eso. El punto local es, en un mundo de desigualdades, quienes tienen que subsidiar esa transición son los poderosos y desarrollados. China hoy puede darse el lujo de acelerar en tecnologías verdes como paneles, porque cimento su crecimiento a base de carbón. Coincido en que la tragedia argentina es haber evitado, de todas las formas posibles, conseguir un desarrollo sólido y virtuoso, y nuestra excusa corre el riesgo de ser una excusa eterna (nunca nos desarrollamos, siempre podremos decir que el ajuste climático lo hagan primero los desarrollados).
No niego el cambio climatico, simplemente creo que en esa gran mesa de negociación y posibilidades, que ajusten los otros. Y despues vemos, cuando llegue le momento, como será nuestra transicion, ya que si los otros (los grandes) no ajustan, el mundo va a arder sin importar que hagamos desde este rincón.
Hola, Adrián: gracias por leer. Totalmente de acuerdo en que en Sudamérica la transición debería ser distinta, y más leve, que en el Norte. Pero el texto no entiende a lo local (sea catastrofista o negacionista) como lo nacional, sino como un conjunto de movimientos e intereses que están por debajo de lo nacional. Los ejemplos que menciona el textos no son nacionales, son regionales o corporativos. Elegí las coordenadas local-global es porque creo que ahí se juega la crisis climática. Los estados nacionales ocupan un lugar intermedio en esa línea y, a pesar de que ocupan mucho espacio en los debates (porque concentran la mayor cantidad de herramientas políticas y porque las ideologías modernas esperan mucho de ellos), no parecen estar haciendo mucho por la crisis. Otro nivel son estados imperiales, como EUA, Rusia o China, que vos mencionás, que controlan territorios y recursos muy grandes, y se suponen que pueden hacer más cosas que un estado nacional promedio. Pero las pueden hacer a costa de otros países, vg. tercerizar el pasivo ambiental. Abrazo y la seguimos.
Hola Alejandro. Primero decirte que leo tus cosas hace rato y respeto mucho lo que haces, coincidiendo la mayoría de las veces, y no haciéndola en otras, como en esta. Mas allá de un diagnostico cartesiano que a grandes rasgos comparto, francamente no entiendo tu caracterización del negacionismo local (no me gusta la palabra, pero entiendo que si hay 4 categorias, es la que me corresponde).
Existe el cambio climático, es el apocalipsis prometido si no hacemos nada. No creo que las vertientes nacionalistas nieguen eso. El punto local es, en un mundo de desigualdades, quienes tienen que subsidiar esa transición son los poderosos y desarrollados. China hoy puede darse el lujo de acelerar en tecnologías verdes como paneles, porque cimento su crecimiento a base de carbón. Coincido en que la tragedia argentina es haber evitado, de todas las formas posibles, conseguir un desarrollo sólido y virtuoso, y nuestra excusa corre el riesgo de ser una excusa eterna (nunca nos desarrollamos, siempre podremos decir que el ajuste climático lo hagan primero los desarrollados).
No niego el cambio climatico, simplemente creo que en esa gran mesa de negociación y posibilidades, que ajusten los otros. Y despues vemos, cuando llegue le momento, como será nuestra transicion, ya que si los otros (los grandes) no ajustan, el mundo va a arder sin importar que hagamos desde este rincón.
En fin, wait and see para estas pampas.
Hola, Adrián: gracias por leer. Totalmente de acuerdo en que en Sudamérica la transición debería ser distinta, y más leve, que en el Norte. Pero el texto no entiende a lo local (sea catastrofista o negacionista) como lo nacional, sino como un conjunto de movimientos e intereses que están por debajo de lo nacional. Los ejemplos que menciona el textos no son nacionales, son regionales o corporativos. Elegí las coordenadas local-global es porque creo que ahí se juega la crisis climática. Los estados nacionales ocupan un lugar intermedio en esa línea y, a pesar de que ocupan mucho espacio en los debates (porque concentran la mayor cantidad de herramientas políticas y porque las ideologías modernas esperan mucho de ellos), no parecen estar haciendo mucho por la crisis. Otro nivel son estados imperiales, como EUA, Rusia o China, que vos mencionás, que controlan territorios y recursos muy grandes, y se suponen que pueden hacer más cosas que un estado nacional promedio. Pero las pueden hacer a costa de otros países, vg. tercerizar el pasivo ambiental. Abrazo y la seguimos.
Gracias por la respuesta, Alejandro. Con esos comentarios, me resulta más claro el texto.
Abrazo.